Hola... Hace 7 años me ocurrió algo a lo que no he dejado de darle vueltas... Y ahora que estoy en el foro y estoy leyendo tanto sobre los ángeles, me ha surgido una duda...
Mi padre falleció. Fue algo muy traumático para todos por las circunstancias en las que se desarrolló todo. El día antes de fallecer empezó a tener como alucinaciones y decir cosas sin sentido. El caso es que en uno de esos momentos a mí se me saltaron las lágrimas... él abrió los ojos, me miró con toda la lucidez del mundo y me dijo "niña, no llores" (siempre me llamaba niña, pocas veces por mi nombre). Esas fueron las últimas palabras que me dijo. Murió a la mañana siguiente.
Tras el funeral volví a la ciudad en la que yo vivía y trabajaba, pero el fin de semana volví a mi tierra para estar con mi madre.
Estaba en la estación de autobuses y salí a fumar, me senté en la maleta y... no pude controlar las lágrimas. No podía parar... pensaba en volver a casa y que mi padre ya no iba a estar allí... En fin...
Yo estaba acompañada de mi pareja por aquel entonces. Estaba de pie a mi lado. De repente apareció un chico joven. No creo que llegara a los 30 años. Rubio, pelo largo recogido en coleta, ojos azules, camiseta, bermudas y chanclas. Vamos, lo que aquí en España llamaríamos un "guiri" en toda regla. Se puso delante de mí, sujetó mi cara entre sus manos y mirando al cielo me dijo (mezclaba castellano e inglés)... "no llores, no quiere verte llorar. Unos se van antes, otros después, pero no quiere que llores", luego se dirigió al chico que estaba conmigo y le dijo "abrázala, ahora necesita que la abracen fuerte" y... desapareció entre la gente.
En ese momento yo estaba tan sumamente triste y angustiada que ni deparé en lo que me había dicho. Seguí llorando como un manantial. No lo recuerdo, pero seguramente en mi estado pensaría algo así como que "de qué va este tío!"
Cuando iba a salir el autocar me levanté y al entrar de nuevo en la estación lo volví a ver. Estaba sentado en el suelo, con su mochila y tocando su guitarra a cambio de monedas.
Tardé días en darme cuenta de lo que me había dicho y desde entonces no dejo de darle vueltas... Quién era? Por qué me dijo todo aquello? Por qué sabía el motivo por el que yo estaba llorando? Por qué me hablaba como dándome un mensaje de mi padre y repitiendo sus últimas palabras?
Pues en ello estoy, gente... llevo unos días especialmente sensible y dándole más vueltas de lo que ya le doy normalmente y... me gustaría saber vuestra opinión... Podría haber sido un ángel? Por qué nunca más (que yo recuerde) he tenido ninguna otra señal a pesar de desearla y pedirla con todas mis fuerzas? Podría ser porque durante estos 7 años, al contrario de lo que me pidió, no he podido dejar de llorarle cada día y no le estoy dejando marchar?
He de decir que con todo lo que lo echo de menos y lo tengo en mi pensamiento a cada momento, tardé un año en soñar con él... Y las veces que sucedió sólo soñaba que me decía que se iba a morir pero que no me preocupara, que nos cuidaría desde el cielo. Sin embargo mi madre y mi hermano sí que soñaron con él desde el principio, y no soñaban que se moría sino cosas cotidianas.
Mi padre falleció. Fue algo muy traumático para todos por las circunstancias en las que se desarrolló todo. El día antes de fallecer empezó a tener como alucinaciones y decir cosas sin sentido. El caso es que en uno de esos momentos a mí se me saltaron las lágrimas... él abrió los ojos, me miró con toda la lucidez del mundo y me dijo "niña, no llores" (siempre me llamaba niña, pocas veces por mi nombre). Esas fueron las últimas palabras que me dijo. Murió a la mañana siguiente.
Tras el funeral volví a la ciudad en la que yo vivía y trabajaba, pero el fin de semana volví a mi tierra para estar con mi madre.
Estaba en la estación de autobuses y salí a fumar, me senté en la maleta y... no pude controlar las lágrimas. No podía parar... pensaba en volver a casa y que mi padre ya no iba a estar allí... En fin...
Yo estaba acompañada de mi pareja por aquel entonces. Estaba de pie a mi lado. De repente apareció un chico joven. No creo que llegara a los 30 años. Rubio, pelo largo recogido en coleta, ojos azules, camiseta, bermudas y chanclas. Vamos, lo que aquí en España llamaríamos un "guiri" en toda regla. Se puso delante de mí, sujetó mi cara entre sus manos y mirando al cielo me dijo (mezclaba castellano e inglés)... "no llores, no quiere verte llorar. Unos se van antes, otros después, pero no quiere que llores", luego se dirigió al chico que estaba conmigo y le dijo "abrázala, ahora necesita que la abracen fuerte" y... desapareció entre la gente.
En ese momento yo estaba tan sumamente triste y angustiada que ni deparé en lo que me había dicho. Seguí llorando como un manantial. No lo recuerdo, pero seguramente en mi estado pensaría algo así como que "de qué va este tío!"
Cuando iba a salir el autocar me levanté y al entrar de nuevo en la estación lo volví a ver. Estaba sentado en el suelo, con su mochila y tocando su guitarra a cambio de monedas.
Tardé días en darme cuenta de lo que me había dicho y desde entonces no dejo de darle vueltas... Quién era? Por qué me dijo todo aquello? Por qué sabía el motivo por el que yo estaba llorando? Por qué me hablaba como dándome un mensaje de mi padre y repitiendo sus últimas palabras?
Pues en ello estoy, gente... llevo unos días especialmente sensible y dándole más vueltas de lo que ya le doy normalmente y... me gustaría saber vuestra opinión... Podría haber sido un ángel? Por qué nunca más (que yo recuerde) he tenido ninguna otra señal a pesar de desearla y pedirla con todas mis fuerzas? Podría ser porque durante estos 7 años, al contrario de lo que me pidió, no he podido dejar de llorarle cada día y no le estoy dejando marchar?
He de decir que con todo lo que lo echo de menos y lo tengo en mi pensamiento a cada momento, tardé un año en soñar con él... Y las veces que sucedió sólo soñaba que me decía que se iba a morir pero que no me preocupara, que nos cuidaría desde el cielo. Sin embargo mi madre y mi hermano sí que soñaron con él desde el principio, y no soñaban que se moría sino cosas cotidianas.
No se tropieza con montañas, sino con piedras. (Confucio)