Comienza el 22 de enero de 2023 al 9 febrero de 2024
En la astrología china, el elemento Agua en su forma Yin representa la sensibilidad, la reflexión, la humildad, la intuición y la lucidez. El Agua Yin crea en quienes la tienen en su carta, los 4 Pilares del Destino, un gusto por la búsqueda de múltiples variantes de fenómenos ocultos o misteriosos. En sí mismo, el Agua Yin es el símbolo de la interiorización y asimilación de las pruebas pasadas y del despertar intuitivo. La fuerte presencia de este elemento en 2023 ofrece la oportunidad de refinar la conciencia y sentar las bases de la paz interior. Con la ayuda del trabajo de introspección y la meditación espiritual, el Agua Yin permite que surja el trabajo del alma y el autoconocimiento. 2023 es la búsqueda de la sabiduría y la elevación. Pero no todo es positivo en este elemento (Agua Yin). Cuando está en desequilibrio, puede generar sentimientos perturbadores, una ansiedad melancólica, hipocresía en las relaciones sociales y evasión de la realidad.
El otro elemento de este año es la Madera Yin. En la metafísica china, la Madera Yin está representada por el bambú. El bambú tiene un tallo flexible, por lo que se dobla pero no se rompe. Esta cualidad nos aportará más resiliencia, que es la capacidad de afrontar los problemas, adaptarse al cambio y superar los obstáculos, a menudo dándoles un nuevo significado. Muy diferente del año 2022, un año de Madera Yang que nos trajo la intolerancia y la agresividad, generando muchas disputas e incluso guerras.
La Madera Yang se asemeja al tronco de un árbol, por lo que no tiene flexibilidad y bajo presión se rompe. ¿Quién no recuerda aquel episodio durante la presentación de los Oscars 2022, en el que el actor Will Smith abofeteó la cara del presentador Chris Rock? Actitudes así, descaradas y agresivas, pierden fuerza en 2023.
Aunque el Conejo no es un signo tan fogoso como el Dragón ni tan extravagante como el Gallo, este animal predica con su ejemplo tranquilo, con su comportamiento suave y relajado.
En general, todo el mundo se beneficiará de la influencia del Conejo, siempre lo suficientemente consciente de sí mismo como para evitar decisiones precipitadas y pensar antes de actuar. La aguda capacidad de análisis de un Conejo no sólo le protege a él, sino también a los demás, ya que desempeña el papel de pacificador en cualquier situación difícil.
El Conejo es un animal ligado a la introspección. Aunque la introspección puede ser un punto fuerte, en exceso puede conducir al pesimismo y al autoaislamiento. ¿El antídoto? Alejarse de la acción y estar en la cariñosa compañía de buenos amigos y familiares. No hay que olvidar que el Conejo es un animal doméstico, al que le gusta y necesita pasar tiempo dentro de su «madriguera».
Las personas nacidas en el año del Conejo son realistas y creativas. Sin embargo, cuando su felicidad está en juego, pueden evadir fácilmente la realidad. El Conejo favorece la búsqueda de su satisfacción personal, evitando los caminos sinuosos y fatigosos, o las disputas frontales. En casos extremos, el Conejo elegirá sin dudar aislarse del mundo para sobrevivir pacíficamente sin ser molestado.
Tras un agitado y también violento Año del Tigre, en el que parecen haberse incumplido todas las reglas del diálogo, en favor del conflicto y los altercados; 2023 es un año de grata remisión. El arte de la diplomacia y el compromiso vuelve a ser protagonista en las relaciones internacionales, aportando un soplo de aire fresco a la atmósfera pesada y asfixiante que dominó el año pasado.
Además, el comportamiento irresponsable de muchos líderes políticos, ya no engaña a mucha gente. 2023 trae la posibilidad de más acuerdos entre países. La cuestión de los derechos humanos está en el centro de las preocupaciones internacionales, así como las cuestiones ecológicas y de sostenibilidad. En todo el mundo surgirán movimientos sociales pacíficos que reclamarán cambios profundos en la sociedad, más allá de la búsqueda egocéntrica de una mayor comodidad personal.
En la astrología china, el elemento Agua en su forma Yin representa la sensibilidad, la reflexión, la humildad, la intuición y la lucidez. El Agua Yin crea en quienes la tienen en su carta, los 4 Pilares del Destino, un gusto por la búsqueda de múltiples variantes de fenómenos ocultos o misteriosos. En sí mismo, el Agua Yin es el símbolo de la interiorización y asimilación de las pruebas pasadas y del despertar intuitivo. La fuerte presencia de este elemento en 2023 ofrece la oportunidad de refinar la conciencia y sentar las bases de la paz interior. Con la ayuda del trabajo de introspección y la meditación espiritual, el Agua Yin permite que surja el trabajo del alma y el autoconocimiento. 2023 es la búsqueda de la sabiduría y la elevación. Pero no todo es positivo en este elemento (Agua Yin). Cuando está en desequilibrio, puede generar sentimientos perturbadores, una ansiedad melancólica, hipocresía en las relaciones sociales y evasión de la realidad.
El otro elemento de este año es la Madera Yin. En la metafísica china, la Madera Yin está representada por el bambú. El bambú tiene un tallo flexible, por lo que se dobla pero no se rompe. Esta cualidad nos aportará más resiliencia, que es la capacidad de afrontar los problemas, adaptarse al cambio y superar los obstáculos, a menudo dándoles un nuevo significado. Muy diferente del año 2022, un año de Madera Yang que nos trajo la intolerancia y la agresividad, generando muchas disputas e incluso guerras.
La Madera Yang se asemeja al tronco de un árbol, por lo que no tiene flexibilidad y bajo presión se rompe. ¿Quién no recuerda aquel episodio durante la presentación de los Oscars 2022, en el que el actor Will Smith abofeteó la cara del presentador Chris Rock? Actitudes así, descaradas y agresivas, pierden fuerza en 2023.
Aunque el Conejo no es un signo tan fogoso como el Dragón ni tan extravagante como el Gallo, este animal predica con su ejemplo tranquilo, con su comportamiento suave y relajado.
En general, todo el mundo se beneficiará de la influencia del Conejo, siempre lo suficientemente consciente de sí mismo como para evitar decisiones precipitadas y pensar antes de actuar. La aguda capacidad de análisis de un Conejo no sólo le protege a él, sino también a los demás, ya que desempeña el papel de pacificador en cualquier situación difícil.
El Conejo es un animal ligado a la introspección. Aunque la introspección puede ser un punto fuerte, en exceso puede conducir al pesimismo y al autoaislamiento. ¿El antídoto? Alejarse de la acción y estar en la cariñosa compañía de buenos amigos y familiares. No hay que olvidar que el Conejo es un animal doméstico, al que le gusta y necesita pasar tiempo dentro de su «madriguera».
Las personas nacidas en el año del Conejo son realistas y creativas. Sin embargo, cuando su felicidad está en juego, pueden evadir fácilmente la realidad. El Conejo favorece la búsqueda de su satisfacción personal, evitando los caminos sinuosos y fatigosos, o las disputas frontales. En casos extremos, el Conejo elegirá sin dudar aislarse del mundo para sobrevivir pacíficamente sin ser molestado.
Tras un agitado y también violento Año del Tigre, en el que parecen haberse incumplido todas las reglas del diálogo, en favor del conflicto y los altercados; 2023 es un año de grata remisión. El arte de la diplomacia y el compromiso vuelve a ser protagonista en las relaciones internacionales, aportando un soplo de aire fresco a la atmósfera pesada y asfixiante que dominó el año pasado.
Además, el comportamiento irresponsable de muchos líderes políticos, ya no engaña a mucha gente. 2023 trae la posibilidad de más acuerdos entre países. La cuestión de los derechos humanos está en el centro de las preocupaciones internacionales, así como las cuestiones ecológicas y de sostenibilidad. En todo el mundo surgirán movimientos sociales pacíficos que reclamarán cambios profundos en la sociedad, más allá de la búsqueda egocéntrica de una mayor comodidad personal.