El Tarot es un juego de cartas rico en tradición y simbolismo. Consta por lo general de una baraja de 78 cartas, que se emplea para la adivinación, la meditación, y como un poderoso agente en el análisis y consejos psicológicos.
Hay múltiples conjeturas sobre su origen aún desconocido. Si bien es cierto que las primeras referencias históricas de su existencia nos llevan a la Europa del siglo XIV, más precisamente a Milán (Italia). No obstante, se han hecho especulaciones sobre el papel de las cartas en épocas precedentes, debido a la diversidad y complejidad simbológica de las mismas.
Lo más probable según algunos expertos para es que el Tarot o Libro de Thoth fue inventado por los antiguos egipcios como libro de la vida.
Según la tradición hermética, quedan aún por descubrir 2 claves de la astrología y del Tarot, en el interior de la Gran Pirámide, en la cual hay un pasillo oculto que conduce a un templo de iniciación egipcia. En dicho templo se hallan pósteres en sus paredes de un total de 108 láminas de Tarot. De estas nosotros conocemos 78, el Tarot esotérico, y los 30 restantes corresponden a las tablas de Aeth que no han sido aún presentados al plano físico.
Por otro lado están los que creen que los Tarots fueron originados por cabalistas judíos en Fez, en el año 200. Podemos aceptar que la última autoridad sobre el Tarot no parece ser hebrea, sino egipcia, igual que la última autoridad sobre cábala es más bien hebrea que cristiana.
Lo cierto es que el Tarot, cualquiera sea su origen, genera varios sentimientos en las personas: despierta fascinación, curiosidad, interés en sus practicantes y estudiosos; y provoca miedo, rechazo o escepticismo en tantos otros. Ya sea que esté en uno u otro grupo, el Tarot no pasa desapercibido.
Hay múltiples conjeturas sobre su origen aún desconocido. Si bien es cierto que las primeras referencias históricas de su existencia nos llevan a la Europa del siglo XIV, más precisamente a Milán (Italia). No obstante, se han hecho especulaciones sobre el papel de las cartas en épocas precedentes, debido a la diversidad y complejidad simbológica de las mismas.
Lo más probable según algunos expertos para es que el Tarot o Libro de Thoth fue inventado por los antiguos egipcios como libro de la vida.
Según la tradición hermética, quedan aún por descubrir 2 claves de la astrología y del Tarot, en el interior de la Gran Pirámide, en la cual hay un pasillo oculto que conduce a un templo de iniciación egipcia. En dicho templo se hallan pósteres en sus paredes de un total de 108 láminas de Tarot. De estas nosotros conocemos 78, el Tarot esotérico, y los 30 restantes corresponden a las tablas de Aeth que no han sido aún presentados al plano físico.
Por otro lado están los que creen que los Tarots fueron originados por cabalistas judíos en Fez, en el año 200. Podemos aceptar que la última autoridad sobre el Tarot no parece ser hebrea, sino egipcia, igual que la última autoridad sobre cábala es más bien hebrea que cristiana.
Lo cierto es que el Tarot, cualquiera sea su origen, genera varios sentimientos en las personas: despierta fascinación, curiosidad, interés en sus practicantes y estudiosos; y provoca miedo, rechazo o escepticismo en tantos otros. Ya sea que esté en uno u otro grupo, el Tarot no pasa desapercibido.