
En ambas cartas hay luz, el rayo divino que destruye la Torre y la lampara del Ermitaño que lo guia.
Puede ser descubrir una verdad, alguna verdad o suceso te abre los ojos, cambia tu forma de pensar, te destruye y te aisla.
La Torre es rápida como bien dijeron, conmociona, te toma de sorpresa y quedas en shock, a lo mejor ese suceso te impacta tanto que desmorona tu vida, esa relación, ese contrato, tus planes, etc pero el Ermitaño es lento, claro que puede sorprenderse pero lo toma con calma y es reflexivo, no se conmociona, aprende del impacto de la Torre.
Puede ser alguién que pasa por una ruptura, decepción, alguna pérdida, algún despido y te quedas reflexionando sobre eso o simplemente te alejas para asimilar la situación.
El Ermitaño es carta de final, puede ser algo que acaba caoticamente con esa Torre, puede ser que nunca pensabas que tu contrato laboral jamas acabaria pero zas, te sacan y solo queda asimilarlo. En el amor igual, se rompe ilusiones construidas sobre la falsedad, no era amor, tal vez el consultante si estaba seguro que la ilusion no acabaria pero de pronto te das cuenta que todo ha terminado.
"Pero se fue el Sol y nunca volvió
Me sentí como un niño sin luz, con miedo
Este cuento de hadas, al final, cambió
Me llenó de promesas que nunca cumplió"
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