(23-08-2025, 17:45 PM)Lila21 escribió: Hola, te he dejado pregunta por privado. Muchas gracias de antemano.
Buenas tardes Lila21. Te toca.
En el inicio hay dos energías que chocan: por un lado, tú apareces con una energía joven, curiosa y abierta, mostrando cariño en gestos pequeños; por otro lado, él proyecta una postura adulta y algo firme, una presencia que intenta mantener el control y la imagen de seguridad. Eso da la sensación de que tú te acercas con ternura y apertura, y él responde situándose como el que manda la escena o decide el ritmo. Emocionalmente esto crea una mezcla: calidez de tu parte y cierta distancia de la suya, que no siempre admite la vulnerabilidad.
Tu acercamiento tierno choca con su postura orgullosa/controladora eh.
Empiezas la conversación dejando claro interés y ternura; él contesta cuidando su estatus y evitando mostrarse débil.
Tu forma abierta le atrae pero también le obliga a “ponerse en pie”; frente a tu ternura él se siente observado y responde con firmeza.
Si te muestras demasiado frágil, él tiene tendencia a proteger su imagen y a retraerse, porque no quiere perder el control.
La tensión inicial funciona como termómetro: si él percibe que puede mantener su juego, actúa; si no, se cierra.
En lo profundo hay un nudo importante: transformación en marcha y decisiones que marcan un antes y un después. Tú sientes necesidad de claridad y de que algo avance con autenticidad; él, en lo íntimo, oscila entre abrirse y provocar un cierre radical. Existe una historia subterránea de cambios (posible ruptura o reconstrucción) y de opciones que empujan hacia avanzar o cortar definitivamente. Emocionalmente hay intensidad — no es algo superficial — y también temor a las consecuencias de un movimiento mayor.
Debajo de la escena hay una oportunidad de cambio profundo, pero él todavía debate si debe entrar en ese proceso o mantenerse impasible.
Tu impulso por saber la verdad choca con su incertidumbre sobre si asumir una transformación. La posibilidad de que las cosas evolucionen le despierta tanto deseo como temor: ganar algo implica perder otra cosa. Si él elige abrirse, hay renovación; si se retrae, la relación queda en balance inestable.
Él se presenta como una persona segura y con autoridad. En el trato contigo toma el papel de quien decide, de quien marca ritmo. Emocionalmente esto se traduce en una actitud de autoafirmación: no muestra necesidad externa evidente, pero observa y calcula. Se remarca que su primera reacción es proteger su imagen y su espacio.
Te ve, te mide, y prefiere mostrar seguridad antes que vulnerabilidad.
Te transmite estabilidad pero esto puede ocultar inseguridades internas.
Te mira con atención, más analizando que entregándose.
Su postura te deja con la sensación de que algo hay, pero no quiere decirlo en voz alta.
Aparece la idea de unión y la sensación de plenitud que podría surgir contigo: cuando está contigo siente armonía y la percepción de que algo puede completarse. Emocionalmente te asocia con calma y con una posibilidad de estabilidad afectiva; hay atracción hacia la idea de ser un “equipo” o una pareja.
Te ve como alguien con quien podría sentirse completo, aunque no lo admita abiertamente.
Tu presencia calma su ritmo y le ofrece una sensación de seguridad interior.
En lo íntimo aparece la idea de compartir algo duradero, pero él no lo verbaliza.
A nivel consciente evita nombrar ese anhelo por no exponerse.
Hay un fuerte componente de atracción y fantasía, junto a dudas y vacilaciones. Él siente deseo y también la tentación de imaginar escenarios; sin embargo, esa imaginación puede nublar su juicio: no termina de distinguir entre lo real y lo deseado. Emocionalmente está dividido entre lo que quiere sentir y lo que teme sentir.
Te desea con fuerza, pero le cuesta poner nombre a lo que siente y clarificarlo.
Tu presencia activa su mundo imaginario; te idealiza en momentos.
A pesar del magnetismo, la inseguridad le impide avanzar con certeza.
Su mente oscila entre lo que imagina y lo que sería posible, creando parálisis.
¿Y que tal ese vaivén entre la ternura y la necesidad de probar límites?
Siente cariño y comodidad en lo íntimo, pero a la vez hay pequeñas tensiones o pruebas que generan contraste: momentos de calma alterados por actitudes de competencia o prueba. Simbólicamente es la escena donde el afecto se encuentra con los egos.
Contigo hay ternura real, pero también la dinámica de medir fuerzas; él alterna entre cuidar y desafiar.
Tu cercanía le despierta ternura, pero también lo provoca a demostrar su valía.
Tus acciones calman, pero pequeños choques sacan a relucir su necesidad de imponerse.
Si tú mantienes calma y no entras al “juego”, él tenderá a relajarse; si respondes con pelea, se cerrará.
Y aquí veo el escenario tanto vivo que quieres que te diga.
Estás de suerte la verdad, pues ese chico piensa en moverse hacia ti, en acercarse con comunicación, encuentros o gestos que demuestren interés. Hay un impulso que lo lleva a querer buscarte y generar momentos juntos. Sin embargo, en paralelo aparecen pruebas y responsabilidades que lo frenan: situaciones externas (trabajo, familia, compromisos, personas que opinan o influyen) y también internas (su propia necesidad de mantener equilibrio y no “quedar mal”).
Tú apareces como figura de claridad y verdad: contigo no puede jugar a medias. Tú representas la exigencia de honestidad, de balance y de no dejar cabos sueltos. Eso lo atrae, porque sabe que contigo tendría algo justo y estable, pero también lo asusta, porque lo confronta con la necesidad de ser transparente y responsable.
Él, entonces, vive una tensión: desea acercarse y dejarse llevar, pero teme que en ese acercamiento quede expuesto o sea juzgado. Esa mezcla hace que avance y retroceda, generando la sensación de que nunca termina de dar el paso completo.
Él fantasea con dar pasos hacia ti (llamadas, encuentros, detalles), pero su entorno o sus compromisos le hacen sentir que no tiene libertad total. Puede que en lo práctico haya trabas o incluso personas que interfieran.
Pero lo intimidas bastante. Por qué teme no estar a la altura o que tú descubras lo que él oculta (sus dudas, sus miedos, su tendencia a no decidir).
La atracción que siente por ti le empuja hacia adelante, pero el miedo a que lo juzgues o a que lo vean mal los demás lo contiene. Esto crea un vaivén emocional que lo agota y te confunde.
Si él logra vencer ese miedo y aceptar que contigo no hay medias verdades, el movimiento se da y la relación puede tomar forma más real. Si no, seguirá en la contradicción entre lo que desea y lo que teme.
Y aquí todo se pone interesante.
Pues... Te voy a decir como te ve con sus ojos... ¿Que te parece? ¿Se pone interesante o no?
Hay una imagen muy fuerte: él te ve como una mujer de gran sensibilidad, ternura y profundidad emocional. Tú representas para él un ideal de afecto verdadero, alguien que no solo le atrae sino que le inspira confianza y calidez. En su interior, reconoce esa capacidad tuya de entregar amor sincero y también de intuir lo que está más allá de lo evidente.
Junto a eso, surge un deseo de equilibrio: él querría poder darte y recibir de ti de forma justa, como si buscara reciprocidad en los sentimientos y en los gestos. En el fondo, lo que anhela es que no seas solo un espejo de sus emociones, sino que también tú lo confirmes, que lo hagas sentir seguro en ese dar y recibir.
Con el despertar de conciencia que sigue, aparece un momento clave: para él, esta conexión no es cualquiera, sino algo que le remueve internamente, casi como si fuera un llamado del destino. Tú has activado en su interior emociones dormidas, y lo pones frente a una verdad que no puede negar: siente algo profundo y real.
Sin embargo, justo después, surge el silencio y la contención. Es como si hubiera cosas que no se atreve a confesar, guardando dentro pensamientos y emociones que no quiere mostrar todavía. Tú lo lees, tú lo intuyes, pero él a veces prefiere no hablar.
Esa contención le pasa factura, porque se refleja el dolor de no poder expresarlo como quisiera. En el fondo, le duele guardarse tanto, le duele tener que frenar lo que siente, y ese dolor lo vive en silencio.
Y finalmente, aparece la energía del arriesgarse: por más dudas y miedos que tenga, existe dentro de él el impulso de lanzarse, de vivir lo que siente contigo sin medir tanto. Es como si quisiera dejar a un lado la carga del juicio, el temor y el dolor, y simplemente abrirse a la experiencia de lo que tú despiertas en él.
Y creeme que él reconoce tu capacidad de amar y busca estar a tu altura, queriendo una relación justa donde los dos den y reciban en la misma medida.
Tú le haces ver lo que siente de verdad, pero aún así guarda mucho dentro, sin decirlo todo. Eso habla de lo fuerte que es la conexión, pero también de su miedo a mostrar tanta vulnerabilidad.
Y ahora te digo su mente...
Él imagina contigo momentos de unión, celebración y estabilidad. En su interior hay una visión de compartir contigo algo que le dé alegría y seguridad, como un espacio en el que los dos puedan sentirse “en casa”. Tú representas para él la posibilidad de un vínculo sólido y gratificante.
Sin embargo, enseguida aparece la oscilación. Dentro de él hay un vaivén entre lo que desea y lo que puede sostener en la realidad. Esa dualidad lo lleva a veces a no saber bien qué camino tomar: por un lado, el entusiasmo de entregarse a lo que siente; por otro, la necesidad de equilibrar su vida y no perder el control de lo demás.
De ahí pasa a una energía de defensa: se protege, levanta barreras y lucha internamente para no ceder por completo. Es como si tuviera que justificarse a sí mismo por sentir tanto por ti. Y esa resistencia interna lo mantiene en tensión.
Luego llega un punto fuerte: un quiebre. Tú has removido sus estructuras internas, derribando muros que él creía firmes. Este sentimiento hacia ti no lo controla, lo sacude, lo obliga a replantearse lo que pensaba que tenía seguro. Es un golpe que lo despierta y a la vez lo asusta.
Después de esa ruptura, aparece la duda: él sabe que siente, pero no se atreve a ver todo con claridad. Es como si se pusiera una venda para no tener que elegir ahora mismo, porque decidir significaría enfrentarse a cambios grandes en su vida.
En seguida surge la construcción: aunque esté en duda, su deseo real es poder levantar algo contigo poco a poco, con base, con esfuerzo y cooperación. Contigo no quiere lo fácil ni lo superficial, sino algo que crezca con dedicación.
Y finalmente, el recogimiento: se encierra en sí mismo, reflexiona, intenta entender qué significas para él. No es indiferencia, es más bien un proceso de introspección profunda. Tú lo has llevado a mirar dentro de sí, a cuestionarse y a buscar respuestas.
Y le toca eso que tanto también quieres saber de él... Su pasado y su presente contigo.
Pues la historia comienza con tristeza.
Él arrastra decepciones del pasado, recuerdos de lo que ha perdido, y a veces esa nostalgia lo hace sentir limitado para entregarse plenamente en el presente. Aunque tiene frente a sí la posibilidad de algo nuevo contigo, todavía se engancha emocionalmente a heridas antiguas.
Luego aparece la angustia mental: pensamientos que lo atormentan, dudas que no lo dejan dormir tranquilo. Lo que siente por ti le pesa porque no sabe cómo manejarlo ni cómo expresarlo de una manera que le dé seguridad. En su mente, hay un “ruido” constante de miedos: miedo a equivocarse, miedo a perderte, miedo a que las cosas no resulten como imagina.
Después de esa carga, surge el anhelo de futuro. Él sueña con lo que puede construir contigo, visualiza horizontes, se ilusiona con la idea de compartir experiencias nuevas a tu lado. Es como si tú fueras una ventana hacia lo que podría ser diferente, esperanzador y luminoso.
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(23-08-2025, 17:45 PM)Lila21 escribió: Hola, te he dejado pregunta por privado. Muchas gracias de antemano.
Pero enseguida aparece la desconfianza y la necesidad de protegerse. No quiere repetir viejas heridas ni exponerse a más dolor. Por eso mantiene una actitud vigilante, como si llevara una armadura puesta, incluso cuando en realidad lo que desea es acercarse.
El Sol aparece como un respiro: contigo siente alegría genuina, calor, claridad y ganas de mostrarse tal cual es. Tú eres para él un motivo de luz en medio de tantas dudas y temores, y representas la posibilidad de algo sano, alegre y auténtico.
Se refleja también un deseo de formalidad, de algo que trascienda lo casual. Él no te percibe como un juego, sino como alguien con quien podría establecer un vínculo con raíces profundas, basadas en respeto y crecimiento mutuo.
Luego, sin embargo, vuelve la sensación de encierro. Hay bloqueos internos, limitaciones mentales que lo hacen sentir atrapado, como si algo lo retuviera y no lo dejara moverse con libertad hacia ti. Son cadenas creadas más por su mente y por sus miedos que por la realidad.
Finalmente, aparece un tránsito: él anhela poder dejar atrás esos miedos, esa prisión interna, y moverse hacia una etapa más serena contigo. Es como si dentro de él hubiera una voz que le dijera: “deja lo que duele y camina hacia la calma, hacia la claridad que ella te da
Debes enterder que... Por un lado, vive atrapado en recuerdos dolorosos y en miedos que lo persiguen; arrastra culpas, decepciones y heridas que aún no terminan de sanar. Esto lo hace entrar en momentos de duda y de bloqueo, como si a veces no pudiera permitirse a sí mismo disfrutar lo que siente.
Sin embargo, en medio de toda esa oscuridad, tú apareces como una luz. Contigo siente claridad, ilusión y esperanza. Tú le devuelves la capacidad de sonreír y de imaginar un futuro diferente al que hasta ahora ha vivido. Cuando piensa en ti, no es solo un deseo pasajero, sino una visión de algo más grande: compartir, crecer, construir. Eso lo conecta con la idea de formalidad y compromiso, no con lo efímero.
Su corazón está en un punto de transición: de las sombras del pasado hacia la luz que tú representas. Tú eres para él un faro, alguien que ilumina su camino, y aunque sus bloqueos internos lo retrasen, sus sentimientos lo empujan a buscar en ti lo que siempre ha querido: una relación sincera, estable y luminosa.corazón está en un punto de transición: de las sombras del pasado hacia la luz que tú representas. Tú eres para él un faro, alguien que ilumina su camino, y aunque sus bloqueos internos lo retrasen, sus sentimientos lo empujan a buscar en ti lo que siempre ha querido: una relación sincera, estable y luminosa.
¿Y cómo se siente frente a ti y frente a lo que vive contigo?
Contigo quiere mostrarse como alguien fuerte y admirable, alguien que conquiste tu corazón y se gane tu respeto.
Lo que siente por ti lo toma como algo que lo renueva y que no esperaba; te percibe como una sorpresa del destino.
Imagina contigo un futuro sólido, donde él pueda brindarte seguridad y compromiso real.
Quiere moverse hacia ti con decisión, aunque sabe que no será sencillo y que el camino implica esfuerzo y sacrificio.
Aunque lo que sueña contigo lo abrume, no se apaga su deseo; al contrario, mantiene viva la esperanza y las ganas de seguir intentándolo.
Lo que E siente por ti no es algo ligero ni superficial. En su interior, tú despiertas en él un deseo profundo de ser alguien fuerte, digno y admirable a tus ojos. Contigo quiere mostrarse como un hombre capaz de brindarte respeto, apoyo y liderazgo, no como alguien inseguro o frágil.
Tú le despiertas una mezcla intensa de orgullo, pasión y deseo de triunfo. Se imagina conquistando tu corazón como si eso fuera una victoria importante en su vida, casi un trofeo que demuestra que finalmente alcanzó lo que tanto buscaba en el amor. Su energía contigo es la de alguien que no solo quiere sentir, sino también avanzar, construir y dejar huella.
Te percibe como un giro del destino, alguien que no esperaba encontrar pero que lo mueve por dentro. Eso lo lleva a imaginar un futuro estable contigo, con bases sólidas, alegría compartida y proyectos que van más allá de lo inmediato. Contigo no piensa solo en el presente, sino también en lo que podrían ser juntos en el tiempo: hogar, seguridad, continuidad.
Sin embargo, también siente que este sueño requiere esfuerzo, que no será fácil. La conexión contigo le pesa porque implica comprometerse, arriesgarse y sostener una carga emocional que a veces lo abruma. Pero lo notable es que, pese a ese peso, él no se rinde: sigue sintiendo ilusión, esperanza y ganas de iniciar, como si dentro de él existiera un fuego juvenil que lo empuja a dar pasos hacia ti sin perder la fe.
Lo que siente es una combinación poderosa: pasión, deseo de triunfo, ilusión de futuro, voluntad de avanzar y compromiso de construir, aunque cargue con miedos y responsabilidades. Para él, tú eres tanto una inspiración como un reto, alguien que lo empuja a sacar lo mejor de sí y a soñar con una vida compartida que le dé sentido y estabilidad.
En este punto de la lectura se abre una capa muy reveladora sobre E. Lo que aparece es una mezcla entre cansancio y atracción, como si por momentos él hubiese estado cerrado o distraído, dando la sensación de que no veía lo que tiene delante, pero en realidad dentro de sí late un fuego muy fuerte hacia ti. Tú representas para él una figura magnética, alguien que lo despierta, que lo reta y que le enciende las ganas de actuar aunque eso le genere cierta incomodidad.
Él ha estado en un proceso de espera, midiendo, observando, como si quisiera asegurarse de no dar pasos en falso. Sin embargo, también carga con pensamientos que le han hecho dudar, como si a veces él mismo fuera su propio obstáculo. Lo curioso es que esta espera no lo apaga, sino que lo conduce a un momento de claridad en el que reconoce lo que siente: contigo no se trata de algo pasajero, sino de la posibilidad de una vida plena, compartida y con estabilidad.
Aquí lo que se refleja es que sus sentimientos no se quedan en el aire: tienden a moverse hacia un impulso de acercamiento, hacia una acción directa. Puede que lo haga de manera un tanto brusca o repentina, pero detrás de eso hay un deseo sincero de comunicación, de dejar las dudas a un lado y apostar por lo que le mueve el corazón.
El mensaje clave de esta parte para ti es que E. no está indiferente. Aunque a veces parezca que se esconde tras la rutina o se pierde en sus propios conflictos, en realidad te ve como alguien que despierta en él tanto miedo como certezas. Tú eres la persona que lo hace cuestionarse, pero también la que le da claridad. Sus sentimientos van dirigidos hacia una plenitud contigo, y aunque le cueste romper sus propias barreras, la vida lo empuja a tomar una decisión y a mostrarte lo que de verdad siente.
Lo primero que surge es un sentimiento verdadero, una semilla de amor que nace de manera limpia y sincera. Sus emociones hacia ti no son superficiales: hay algo genuino en su interior que lo conecta contigo y que lo lleva a querer entenderte, a mirarte con curiosidad y con ganas de aprender qué lugar puedes tener en su vida.
Sin embargo, no todo es tan sencillo. En su interior también existen miedos, apegos y luchas que lo atan. Hay una parte de él que se resiste, que siente temor a perder el control o a entregarse demasiado. Ese conflicto interno lo pone frente a una encrucijada: debe elegir si seguir arrastrando esas cadenas o escuchar lo que de verdad le dicta el corazón.
En el pasado, parece haber intentado apartarse de lo que siente. Ha tenido momentos de alejamiento, de forzar una distancia para convencerse de que era lo correcto. Pero ese camino no le ha dado paz, sino dolor. Alejarse de ti no lo libera, lo hiere.
Lo que se abre después es una energía mucho más esperanzadora. En ti ve ilusión, frescura y la posibilidad de sanar lo que lleva dentro. A tu lado siente que puede soñar y construir algo distinto. Además, la vida lo está empujando a actuar, a dejar de pensar tanto y empezar a mostrar lo que de verdad quiere.
Eso sí, todavía hay una parte suya que se mueve con cautela: observa, analiza, incluso puede que intente disimular lo que siente. Pero todo esto lo hace porque en el fondo te percibe como alguien estable, valiosa, alguien con quien podría tener una relación seria, sólida y real.
En el cierre de la lectura aparece un mensaje muy potente y esperanzador. Aquí se revela cómo E. te percibe y hacia dónde pueden dirigirse sus sentimientos. En ti ve una energía creativa, fértil y magnética: no solo te observa como una mujer atractiva, sino también como alguien con capacidad de cuidar, de dar estabilidad y de abrir nuevos comienzos. Tú encarnas para él la combinación perfecta entre ternura y solidez, entre inspiración y seguridad.
También se muestra que en esta conexión hay un potencial muy real de crecimiento. Surge la posibilidad de algo nuevo, tangible, que no se queda en ilusiones o palabras, sino que se puede materializar en hechos. Eso sí, para que esto se dé, es necesario que él atraviese un proceso de reflexión profunda. Habrá momentos en los que parezca detenido, como si no supiera cómo moverse, pero esa pausa es parte de su transformación interior.
Se marca la importancia de la paciencia y del trabajo constante. Esta relación no avanza a base de impulsos rápidos, sino con dedicación, con aprendizaje y con equilibrio. Aquí se anuncia que, paso a paso, se puede construir algo donde ambos encuentren armonía y paz.
El vínculo, además, está atravesado por la alegría, la complicidad y la posibilidad de compartir momentos de cercanía sincera. Hay un aire de ternura, de cariño juvenil, que se mezcla con la seriedad de lo que él siente. Es como si a su lado pudieras tener tanto la chispa fresca de lo nuevo como la profundidad de un compromiso verdadero.
El cierre de la fila es muy claro: esta historia pasa por un proceso de cambio y transformación. E debe dejar atrás viejas formas de actuar y atreverse a dar pasos diferentes. Eso puede implicar finales de ciclos, pero también el inicio de un camino más sólido, más lento y estable, donde lo que se construye tiene raíces firmes y proyección a futuro.
No sé si tu mensaje queda contestado... Uhm... No sé, es lo que me quiso mostrar.
Mi mensaje sería para ti entonces.
Quiero que leas esto con atención, porque hay cosas muy importantes que debes comprender sobre la dinámica entre tú y E.
Esta lectura no es solo sobre lo que se ve en el exterior, sino sobre lo que ocurre en lo más profundo de los corazones, y quiero que entiendas todo claramente.
Primero, debes saber que tú ya estás conectada con tus emociones de manera profunda. Desde el inicio de esta situación, sientes que hay algo especial entre tú y E, algo que va más allá de la atracción superficial. Tu corazón percibe la conexión, reconoce el interés y la posibilidad de algo real. Sabes lo que quieres, sabes distinguir entre lo que es verdadero y lo que es ilusión, y tienes la capacidad de poner límites cuando algo no te convence o no te hace bien.
Esa claridad y fuerza interna es la que hace que E se sienta tan atraído por ti, aunque él no siempre lo demuestre.
También debes reconocer que tu sensibilidad y tu intuición son poderosas. Percibes sus emociones incluso cuando él no las expresa, y eso te da ventaja: sabes cuándo acercarte, cuándo esperar y cuándo mantenerte firme. Tu manera de sentir y de actuar con cuidado y conciencia hace que él, incluso inconscientemente, se vea reflejado en ti y comience a evaluar sus propios sentimientos y miedos. Tu presencia tiene un efecto profundo en él, aunque todavía no lo haya reconocido plenamente ni se atreva a mostrarlo.
Ahora, hablemos de lo que él no te ha mostrado, porque ahí es donde está la clave de la situación. E está atravesando un proceso interno muy intenso. Aunque a simple vista pueda parecer distante, indeciso o incluso indiferente, la verdad es que dentro de él late un sentimiento profundo y genuino hacia ti. Su corazón desea acercarse, desea construir algo contigo, pero su mente y sus miedos lo frenan.
Uno de los aspectos más importantes que no se ve es su miedo a perder la independencia emocional. Él teme entregarse por completo porque tiene miedo a depender de alguien o a exponerse emocionalmente. Esa lucha interna puede hacer que sus acciones parezcan ambiguas o contradictorias, pero la realidad es que su afecto por ti es sincero. A esto se suma su idealización inconsciente de ti: te ve como alguien perfecto, y eso genera presión interna. Quiere acercarse, quiere estar contigo, pero duda si puede estar a la altura de lo que tú representas.
Además, hay un nivel de protección emocional muy fuerte. Cuando parece contenerse, analizar cada gesto o mantener distancia, no es porque no le importes: es su manera de proteger su corazón, de asegurarse de que no se lastime ni cometa errores. Lo que aún no sabes es que esa cautela no disminuye sus sentimientos, solo refleja su necesidad de tomar pasos con cuidado.
Por otro lado, detrás de esa calma que muestra, hay una intensidad que no se percibe fácilmente. Su corazón late con fuerza por ti, su deseo de conexión es real, y cada movimiento que hace está influenciado por la atracción y el afecto que siente. Aunque no lo exprese siempre con palabras o acciones claras, la fuerza de sus emociones está ahí, y es mucho más profunda de lo que parece.
Debes entender algo crucial: tú ya estás lista para abrirte, mientras que él aún necesita madurar emocionalmente. Tú sabes lo que quieres y lo que sientes, y eso te permite percibir la verdad de la situación. Él, en cambio, está en un proceso de aprendizaje y transformación: debe superar sus miedos, dejar atrás viejos patrones y aprender a confiar en sus propios sentimientos. Tú eres la chispa que puede ayudarlo a avanzar, pero no depende solo de ti que él se acerque: su valentía para mostrar su corazón también es necesaria.
Otro punto importante que quizá no percibas completamente es cómo tú, sin quererlo, influyes en su transformación. Tu claridad, tu ternura y tu fuerza le están enseñando a enfrentarse a sus dudas, a mirar sus emociones de frente y a valorar lo que de verdad importa. Cada gesto, cada actitud tuya lo mueve más de lo que él mismo se atreve a admitir. Tú eres un faro para él, alguien que le da seguridad, inspiración y motivación para cambiar y abrirse al amor.
Espero que esta lectura te haya sido útil y te aporte claridad. Si tienes más preguntas o quieres profundizar en otro aspecto, no dudes en pedirlo. Que la luz del tarot te acompañe siempre.
(15-09-2025, 11:25 AM)Amanecer escribió: Amanecer escribió:
Hola! Me ánimo...me podrías mirar la evolución de mi trabajo. No sé si habrá o no cambios antes de fin de año, lo que es seguro es que el contrato finaliza a final de este año, luego lo normal sería que me llamarán para lo mismo pero en otro lugar porque se trata de un organismo público. Pero el terreno laboral es mi talón de Aquiles, he tenido siempre contrato precarios, con pocas horas...etc. Me gustaría saber qué ves si es posible de aquí a un año. Gracias infinitas. Inicial B. 46 años y Sagitario.
A ti... También te he saltado ¿Verdad?
Pues he revisado por si acaso y sí...pero solo cuando puedas y quieras por supuesto . Muchas gracias.
Quería añadir que he leído detenidamente tu reflexión y cuanta razón tienes. Cuando te aferras a algo o alguien que no te perteneces no fluyes y no avanzas en tu vida. Lo que implica que no te quieras lo suficiente para poder ver más allá de lo que te rodea. Lo he aprendido con personas amigas, parejas, trabajos...etc y al final he decidido que lo que tiene que ser será. Gracias por tu reflexión tan necesariam
Te toca a ti, descanso un poco y sigo, que la anterior me llevó casi dos horas jaja