Hola linda Trustme,
Confía en el proceso de terapia
Estás haciendo lo correcto al ir a terapia. A veces, las respuestas no vienen de forma inmediata, pero con el tiempo, poco a poco, se despejan los nodos emocionales. No te juzgues por no sentir mejor hoy. La curación es un viaje, no una meta fija.
Practica la autocompasión
Cuando tienes ataques de pánico o ansiedad, trata de hablar contigo como si fueras tu mejor amiga. Dile: "Sé que estás pasando por algo difícil, pero estoy aquí contigo. Puedes respirar. Todo va a estar bien." La compasión propia es poderosa.
Haz pausas conscientes
Cuando sientas que la ansiedad sube, detente. Haz una respiración profunda. Puedes usar técnicas como:
Respirar lentamente por la nariz durante 4 segundos, sostener 4 segundos, exhalar por la boca durante 6 segundos.
O simplemente decir: "Esto es temporal. Esta emoción no define quién soy."
Consulta a las cartas desde un lugar de calma
No pidas a las cartas “¿cuándo voy a mejorar?”. En su lugar, pregúntales cosas como:
"¿Qué necesito escuchar en este momento para calmarme?"
"¿Qué patrón emocional me está atrapando?"
"¿Qué me está pidiendo mi alma para sanar?"
Estas preguntas abiertas permiten que las cartas te guíen con más sensibilidad.
Busca apoyo adicional si es necesario
Si la ansiedad sigue afectando tu día a día, considera hablar con tu terapeuta sobre posibles estrategias adicionales, como mindfulness, terapia cognitivo-conductual, o incluso evaluación médica si crees que hay un componente físico (como hipotiroidismo, anemia, etc., que pueden empeorar la ansiedad).
Con respecto al futuro:
No puedo predecir cuánto tiempo tomará salir de esto, porque cada persona tiene su ritmo. Pero sí puedo decirte que vas a salir de esto. Tu energía de Aries es tenaz, decidida, y no se rinde fácilmente. Y aunque ahora sientas que estás en medio de una tormenta, esa misma fuerza que te hace luchar contra el miedo también será la que te lleve a la calma.
Puede que no sea mañana, ni en una semana, pero con paciencia, cuidado y apoyo, tendrás días más tranquilos. Y esos días, aunque pequeños, son semillas de esperanza.
Confía en el proceso de terapia
Estás haciendo lo correcto al ir a terapia. A veces, las respuestas no vienen de forma inmediata, pero con el tiempo, poco a poco, se despejan los nodos emocionales. No te juzgues por no sentir mejor hoy. La curación es un viaje, no una meta fija.
Practica la autocompasión
Cuando tienes ataques de pánico o ansiedad, trata de hablar contigo como si fueras tu mejor amiga. Dile: "Sé que estás pasando por algo difícil, pero estoy aquí contigo. Puedes respirar. Todo va a estar bien." La compasión propia es poderosa.
Haz pausas conscientes
Cuando sientas que la ansiedad sube, detente. Haz una respiración profunda. Puedes usar técnicas como:
Respirar lentamente por la nariz durante 4 segundos, sostener 4 segundos, exhalar por la boca durante 6 segundos.
O simplemente decir: "Esto es temporal. Esta emoción no define quién soy."
Consulta a las cartas desde un lugar de calma
No pidas a las cartas “¿cuándo voy a mejorar?”. En su lugar, pregúntales cosas como:
"¿Qué necesito escuchar en este momento para calmarme?"
"¿Qué patrón emocional me está atrapando?"
"¿Qué me está pidiendo mi alma para sanar?"
Estas preguntas abiertas permiten que las cartas te guíen con más sensibilidad.
Busca apoyo adicional si es necesario
Si la ansiedad sigue afectando tu día a día, considera hablar con tu terapeuta sobre posibles estrategias adicionales, como mindfulness, terapia cognitivo-conductual, o incluso evaluación médica si crees que hay un componente físico (como hipotiroidismo, anemia, etc., que pueden empeorar la ansiedad).
Con respecto al futuro:
No puedo predecir cuánto tiempo tomará salir de esto, porque cada persona tiene su ritmo. Pero sí puedo decirte que vas a salir de esto. Tu energía de Aries es tenaz, decidida, y no se rinde fácilmente. Y aunque ahora sientas que estás en medio de una tormenta, esa misma fuerza que te hace luchar contra el miedo también será la que te lleve a la calma.
Puede que no sea mañana, ni en una semana, pero con paciencia, cuidado y apoyo, tendrás días más tranquilos. Y esos días, aunque pequeños, son semillas de esperanza.
De nada te hagas esclavo
ni aun de tu felicidad
pues no hay mayor desventura
que perder la libertad