Un tema que siempre llama mucho mi atención es la energía que se siente en ciertos lugares.
Voy a contar una experiencia que desde luego para mí fue bastante llamativa.
Hace ya muchos años, viví en una ciudad a más de 500 kilómetros de la mía. Compartí piso con dos amigos, una chica y un chico de mi misma ciudad, ya éramos amigos de antes.
El piso tenía tres habitaciones (una para cada uno) y por un lado daba a una zona de campo sin edificar y por el otro a una zona con varios hoteles. Era un piso amplio, luminoso y muy bien equipado, y estábamos encantados. Estaba un poco apartado del centro, pero al ser una ciudad pequeña tampoco había mucha distancia.
Ahí viví mi primera "parálisis del sueño". Una mañana estando en mi cama, con la puerta de la habitación cerrada, oía cómo la chica se levantaba y se metía en la ducha (teníamos los tiempos bien planeados, primero se levantaba ella, luego yo y luego el chico) y entonces empecé a sentir mucho frío y mucho miedo, no me podía mover ni abrir los ojos, sentí que alguien abría la puerta de mi habitación, se acercó a mí, me dió un beso en la mejillla y se marchó, volvió a salir por la puerta y la cerró sigilosamente. Cuando ese "ser" cerró la puerta, era un hombre, volví a la normalidad, a sentir a mi compañera en la ducha y pude moverme. Entonces me levanté y le conté a ella lo que me había pasado, me escuchó con atención y me dijo: a lo mejor es alguien que ha venido a despedirse de tí.
Escuchar eso cuando estás a tantos kilómetros de tu familia es algo aterrador, pero nada, hablé con todos y todo estaba bien.
Otra tarde, en ese piso, estaba sóla tumbada en el sofá medio dormida, podía escuchar la televisión, me acuerdo perfectamente del programa que estaba escuchando y volvió la sensación de no poderme mover, en esta ocasión sentía muchos seres por ahí alrededor mía y me echaban aire, no podía respirar, los notaba enfadados conmigo. Yo sabía que el chico estaba a punto de llegar y pedía que llegara ya. De repente todo se paró, todo desapareció y volvió la normalidad. Cuando llegó el chico y le dije no te vas a creer lo que me ha pasado, me dijo no me cuentes nada, por favor. Y no se lo conté.
Él reaccionó de esta manera porque estábamos ya hartos de cositas raras en el piso: la luz de baño cada dos por tres encendida, estar los tres en el salón y escuchar caer cosas en la cocina, ir los tres corriendo y no ver nada caído ni alterado y lo más tremendo de todo!! vino de visita una amiga (que no sabía nada de nuestras experiencias "paranormales") y una noche estaba cocinando un plato para todos, nos quería hacer una cenita y estaba en la cocina preparando y nosotros tres sentados en el sofá del salón. La cocina tenía una ventana que daba al salón y de repente, ella nos hablaba y se quedó quieta,pálida y le cayeron dos lagrimones. Nos quedamos perplejos: qué te pasa??!!! Su respuesta fue: he notado dos manos sobre mis hombros y un escalofrío horrible. Los tres nos miramos como....esto ya no es normal.
Porque ya habíamos hablado los tres antes y lo habíamos achacado a nuestras propias energías, que estábamos muy crispados continuamente, trabajando, estudiando, los novios lejos la novia lejos, la familia lejos...en fín, lo achacábamos a nosotros mismos, pero lo de la invitada, ajena a todo, no nos cuadraba. También empezamos a sospechar sobre los dueños del piso, un matrimonio sin hijos, que se habían ido a vivir al campo para tener más tranquilidad porque él había sufrido un infarto, y empezaron a replantearse una vida más tranquila, eso es lo que nos contaron, pero la verdad es que el piso estaba en un ambiente bastante tranquilo, en fín.....
Al poco tiempo nos fuimos de allí, no ya por eso, a lo que de alguna manera nos habíamos acostumbrados, sino, por tomar otros caminos...En nuestros nuevos destinos, hablábamos del tema y ya nunca habíamos vivido nunca nada igual.
Lo más "gracioso" de todo, es que como a los tres años de aquello volví a esa ciudad de visita. Estuve cenando en un restaurante del centro donde un señor mayor gitano tocaba la guitarra amenizando la cena. No sé cómo acabé entablando una conversación con él y le conté que estuve viviendo allí y le dije la zona. Me dijo: ahhh, eso está muy bonito ahora, antiguamente era el cementerio de aquí, hasta que lo trasladaron. Vaya!! no le conté nada, pero por mi cabeza pasaron mil cosas.
Desde entonces siempre me fijo mucho en las energías que me transmite un piso, local, lugar.... tengo como una brújula interior.
He de decir que hasta muchos años después no supe sobre la parálisis del sueño, y que eso, en concreto, lo sigo relacionando con algo mental, inconsciente e incluso físico-cerebral.
Pero es que hay cada sitio....
(perdón por alargarme tanto!!)
Saludos.
Voy a contar una experiencia que desde luego para mí fue bastante llamativa.
Hace ya muchos años, viví en una ciudad a más de 500 kilómetros de la mía. Compartí piso con dos amigos, una chica y un chico de mi misma ciudad, ya éramos amigos de antes.
El piso tenía tres habitaciones (una para cada uno) y por un lado daba a una zona de campo sin edificar y por el otro a una zona con varios hoteles. Era un piso amplio, luminoso y muy bien equipado, y estábamos encantados. Estaba un poco apartado del centro, pero al ser una ciudad pequeña tampoco había mucha distancia.
Ahí viví mi primera "parálisis del sueño". Una mañana estando en mi cama, con la puerta de la habitación cerrada, oía cómo la chica se levantaba y se metía en la ducha (teníamos los tiempos bien planeados, primero se levantaba ella, luego yo y luego el chico) y entonces empecé a sentir mucho frío y mucho miedo, no me podía mover ni abrir los ojos, sentí que alguien abría la puerta de mi habitación, se acercó a mí, me dió un beso en la mejillla y se marchó, volvió a salir por la puerta y la cerró sigilosamente. Cuando ese "ser" cerró la puerta, era un hombre, volví a la normalidad, a sentir a mi compañera en la ducha y pude moverme. Entonces me levanté y le conté a ella lo que me había pasado, me escuchó con atención y me dijo: a lo mejor es alguien que ha venido a despedirse de tí.
Escuchar eso cuando estás a tantos kilómetros de tu familia es algo aterrador, pero nada, hablé con todos y todo estaba bien.
Otra tarde, en ese piso, estaba sóla tumbada en el sofá medio dormida, podía escuchar la televisión, me acuerdo perfectamente del programa que estaba escuchando y volvió la sensación de no poderme mover, en esta ocasión sentía muchos seres por ahí alrededor mía y me echaban aire, no podía respirar, los notaba enfadados conmigo. Yo sabía que el chico estaba a punto de llegar y pedía que llegara ya. De repente todo se paró, todo desapareció y volvió la normalidad. Cuando llegó el chico y le dije no te vas a creer lo que me ha pasado, me dijo no me cuentes nada, por favor. Y no se lo conté.
Él reaccionó de esta manera porque estábamos ya hartos de cositas raras en el piso: la luz de baño cada dos por tres encendida, estar los tres en el salón y escuchar caer cosas en la cocina, ir los tres corriendo y no ver nada caído ni alterado y lo más tremendo de todo!! vino de visita una amiga (que no sabía nada de nuestras experiencias "paranormales") y una noche estaba cocinando un plato para todos, nos quería hacer una cenita y estaba en la cocina preparando y nosotros tres sentados en el sofá del salón. La cocina tenía una ventana que daba al salón y de repente, ella nos hablaba y se quedó quieta,pálida y le cayeron dos lagrimones. Nos quedamos perplejos: qué te pasa??!!! Su respuesta fue: he notado dos manos sobre mis hombros y un escalofrío horrible. Los tres nos miramos como....esto ya no es normal.
Porque ya habíamos hablado los tres antes y lo habíamos achacado a nuestras propias energías, que estábamos muy crispados continuamente, trabajando, estudiando, los novios lejos la novia lejos, la familia lejos...en fín, lo achacábamos a nosotros mismos, pero lo de la invitada, ajena a todo, no nos cuadraba. También empezamos a sospechar sobre los dueños del piso, un matrimonio sin hijos, que se habían ido a vivir al campo para tener más tranquilidad porque él había sufrido un infarto, y empezaron a replantearse una vida más tranquila, eso es lo que nos contaron, pero la verdad es que el piso estaba en un ambiente bastante tranquilo, en fín.....
Al poco tiempo nos fuimos de allí, no ya por eso, a lo que de alguna manera nos habíamos acostumbrados, sino, por tomar otros caminos...En nuestros nuevos destinos, hablábamos del tema y ya nunca habíamos vivido nunca nada igual.
Lo más "gracioso" de todo, es que como a los tres años de aquello volví a esa ciudad de visita. Estuve cenando en un restaurante del centro donde un señor mayor gitano tocaba la guitarra amenizando la cena. No sé cómo acabé entablando una conversación con él y le conté que estuve viviendo allí y le dije la zona. Me dijo: ahhh, eso está muy bonito ahora, antiguamente era el cementerio de aquí, hasta que lo trasladaron. Vaya!! no le conté nada, pero por mi cabeza pasaron mil cosas.
Desde entonces siempre me fijo mucho en las energías que me transmite un piso, local, lugar.... tengo como una brújula interior.
He de decir que hasta muchos años después no supe sobre la parálisis del sueño, y que eso, en concreto, lo sigo relacionando con algo mental, inconsciente e incluso físico-cerebral.
Pero es que hay cada sitio....
(perdón por alargarme tanto!!)
Saludos.