Después de años consultando, he llegado a la conclusión de que hay dos tipos de tarotistas / videntes: los que de entrada fijan un plazo de tiempo determinado (de tres o seis meses, un año a lo sumo), y a partir de ahí responden a tus preguntas; y los que en cambio ofrecen una visión más general de las tendencias de tu vida y los hechos que tienes muy marcados, dando fechas o no. A veces sucede que preguntas por los próximos seis meses y ellos añaden algo para más adelante porque lo ven en su tirada. También se da el caso de que las predicciones para un año se acaban produciendo a lo largo de varios años.
Más que plantearnos si se puede o no predecir a largo plazo, creo que hay que asumir (al menos yo lo creo así) que hay acontecimientos que están muy marcados en nuestra vida y que por lo tanto es normal que aparezcan. Es como quien tiene un determinado sueño profesional. Es probable que las cartas digan que lo consigues, pero tendrás que esforzarte. Cuanto antes te pongas a estudiar o lo que haga falta, antes lo conseguirás. Es cierto que también hay cosas que escapan a nuestro control, buenas y malas, pero para que te toque la lotería primero tienes que comprar el número.
Y escribo esto también desde el dolor, porque desde 2019 (que es cuando comencé a encontrar a tarotistas competentes) me han hecho unas cuantas predicciones de ese tipo, con plazos de varios años. En mi caso ven claramente un amor muy bonito y una mudanza, hasta me lo dicen sin preguntar yo específicamente por ello. Sin embargo, en estos años no ha ocurrido nada de eso aún. Cuando mi vida empezaba a ir a mejor, llegó la pandemia y luego otros problemas familiares y de salud de los que aún no he salido. No sé cuál será la situación de la autora del post, pero en mi caso me consuela pensar que cambiar la situación y salir del bloqueo depende de mí, porque lo que no podía controlar ya pasó y ahora se trata de reconstruirme.
Una tarotista muy buena, por desgracia ya retirada, me dijo en febrero que el amor ya me tendría que haber salido, que en cuanto yo cambiara mi forma de hacer las cosas, todo se pondría en marcha (es una de las que en 2019 me dijo que todavía iba a tardar, así que desde entonces hasta ahora hubo un "progreso" en sus tiradas). Otros me siguen diciendo que aún tardará años...
Cuando pienso en ello me desanimo, la verdad, pero lo que hay que sacar de todo esto es que, al final, en la vida se trata de estar lo mejor posible en cada momento, de sentirnos bien, vivir con conciencia plena y gratitud, disfrutar de las pequeñas cosas. En estos años también he leído sobre la ley de la atracción, y sé que cuando consigues sentirte en armonía todo fluye. Hay que llegar a ese punto en el que nos sintamos tan bien con nosotros mismos, con lo que depende solo de nosotros, que no nos importe el no tener pareja o el que no nos suban el sueldo. Entonces, cuando dejamos de esperar las cosas (de necesitarlas, o de percibir que las necesitamos), es cuando las cosas llegan. Hay que soltar lastre y centrarse en el momento. A mí me va muy bien todo esto de las "terapias alternativas", meditación, visualización y demás, aunque últimamente lo tengo abandonado.
Perdón por este comentario tan largo. Ay, espero que no haya sonado adoctrinador, la verdad es que yo misma tendría que aplicármelo más a menudo

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P.D. ¡Me ha encantado la fábula de la rana!